martes, 27 de diciembre de 2011

I.T.E.s DESFAVORABLES Y OBRAS SIN TÉCNICOS: la historia de Juan Palomo.






Ilustración: Toña Santolaya
   ¿Qué ocurre después de una I.T.E.s desfavorable? La mayor parte de las inspecciones negativas, lo son en los apartados de fachadas y cubiertas. Para la realización de obras de reparación de fachadas y tejados, algunos ayuntamientos no exigen de técnico director de obras. Consideran a estas obras como "obras menores", por no afectar a estructura ni cimentación. Si leemos el marco legal de la construcción, y más concretamente la Ley de Ordenación de La Edificación, L.O.E., no identificamos esta categoría de "obras menores". Afortunadamente, ayuntamientos como el de Leganés, consideran "obra mayor" toda obra en un edificio donde se realicen trabajos dónde se tenga que montar un andamio ó cualquier medio auxiliar.

Pero, ¿cómo actúan las comunidades de propietarios en estos casos? Pues depende de los integrantes del proceso de contratación de obras; y aquí empieza la bonita historia de "Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como". Detrás de una I.T.E.s negativa suele aparecer un presidente de comunidad que se siente con fuerzas, jubilado tal vez, que decide iniciar el proceso de ser canonizado dentro de su comunidad, sin saber que está iniciando el calvario más desagradable y doloroso que pueda imaginarse, que es el enfrentarse "a pecho descubierto" ante una obra de comunidad.

Pues vamos a intentar explicar para qué servimos los técnicos. Enumeremos esas labores:

  • Descripción de las obras a realizar: en el acta de I.T.E.aparece un listado somero de obras a realizar. Pero con ese supuesto listado no se puede contratar nada. Recordamos que el acta era inicialmente un informe, donde sólo describías las deficiencias. Posteriormente se modificaron los impresos del acta, solicitando una descripción somera de las obras, lo que sería un dictamen. Pero eso no es un proyecto, donde recoges la descripción exacta de lo que hay que hacer. En el proyecto aparece el presupuesto de las obras con unos precios de referencia. Cuantas veces te dice un administrador: mándame la I.T.E. que tengo que pedir los presupuestos. Ante lo cual hay que decirle que con la I.T.E. no se contratan las obras, pues no van especificadas, pormenorizadas ni cuantificadas.
  • Elaboración de una comparativa entre las distintas constructoras: mandaremos a cada constructora una copia del presupuesto de proyecto, para que cada una ponga sus precios. Pero presupuestando todas los mismos trabajos. De ese modo la comunidad de propietarios podrá comparar sobre soluciones homogéneas, y se podrán centrar en otras cuestiones como las formas de pago.
  • Solicitar la licencia: los que están obligados a solicitar las licencias son los propietarios. La normativa municipal no es muy fácil de comprender, y debe ser revisada por alguien habituado a ella. Del buen cumplimiento de la licencia, dependen cantidades económicas muy importantes, y que suelen repercutir en el bolsillo de las comunidades, y no es su beneficio precisamente.
  • Coordinar la seguridad de la obra: abrir el centro de trabajo, preparar documentos preparatorios para la constructora que le hayan adjudicado la obra y posteriormente revisar los medios de seguridad personales y colectivos. ¿Y si no hay coordinador? La responsabilidad de la propiedad no se diluye, sigue siendo la misma, la de promotor de la obra. No escondamos la cabeza debajo del ala.
  •  Dirigir la obra: el técnico visita la obra y comprueba los trabajos que se están llevando a cabo. Vela por los intereses de la propiedad, para lo cual sube al andamio, baja a una zanja de cimentación ó se mete dentro de un pozo de saneamiento. Y sobre todo, sabe de obras.
  • Asistir a las reuniones de vecinos: informará a los vecinos de cómo van las obras, si hay imprevistos, si hay que decidir algo y responderá a todas las preguntas de los asistentes. Transmitirá a la constructora todas estas cuestiones surgidas en la reunión, haciendo de portavoz y representante  de los vecinos.
  •   Revisar las certificaciones parciales de obra: se encargará de revisar los costes de la obra a lo largo de esta, para dar el visto bueno al pago de cada una de las certificaciones. En caso de aparecer trabajos no presupuestados, negociará el valor de estos mediante la técnica de "precios contradictorios".
  • Expedir el certificado final de obra: una vez terminada la obra, esta se recibe y empiezan a correr los plazos de garantías de las obras ejecutadas. Será el fedatario de la retención del 5% de la obra al constructor.
  • Expedir el certificado de idoneidad de I.T.E: emitirá el certificado de idoneidad como director de las obras, así como se encargará de cerrar todos los expedientes municipales que hubieran sobre la finca.
Pero si usted, Juan Palomo, se siente con ánimo y no quiere contratar a un técnico, ¡adelante, y que le pillen confesado!